abril 29, 2011

El trabajo es bueno


Desde hace varios días, los niños han estado pidiendo algunos juguetes en particular. Nosotros les hemos dicho que para comprar cosas que nos gustan se necesita dinero, y para tener dinero se necesita trabajar y ahorrar lo que se gana hasta que se tiene la cantidad suficiente.
Nosotros creemos que nuestro papel como papás es ayudar a nuestros hijos a integrarse a nuestra sociedad y convertirse en individuos productivos. Desde hace tiempo he tenido en la cabeza la idea de proveerles a mis hijos la oportunidad de tener un trabajo real y de ganar dinero por su propio esfuerzo.
La semana pasada la insistencia de los juguetes fue demasiada, así que ese día me  fui a la cama pensando y pensando cuál sería un buen trabajo para ellos.  Mi objetivo en esta etapa de nuestras vidas es prepararlos con las herramientas suficientes para que pronto puedan ir con su papá y ayudarle en su trabajo, pero en este preciso momento todavía no están listos para hacerlo. Pensaba en actividades prácticas que ellos pudieran realizar y que significaran algún grado de dificultad para que realmente entendieran el concepto de trabajo y de que para ganar dinero se requiere de esfuerzo. Por otro lado, no quería que fueran tan difíciles como para desilusionarlos, y tampoco quería que el famoso trabajo se convirtiera en más trabajo para mí o para el empleador - como en la posibilidad de que le ayudaran a su abuelo a trabajar en su jardín. Y por último, descartaba la idea de pagarles por labores del hogar que de cualquier forma necesitan realizarse. Creemos que el trabajo de la casa es responsabilidad de todos los que vivimos en ella, y debemos realizarlo simplemente porque somos una familia, porque nos amamos unos a otros, porque nuestro bienestar depende de ello, y no por la expectativa de recibir algo a cambio.

Pensando todo esto se me ocurrió que tal vez podríamos hacer galletas de avena para vender. Existen muchas actividades del proceso en las que los niños pueden participar directamente: hacer listas de ingredientes, ir a comprarlos, medir ingredientes, mezclarlos, empacar galletas, ofrecerlas, recibir el dinero, contarlo, etc. Lo platiqué con Mario y ambos nos entusiasmamos con todas las posibilidades. Al día siguiente continuamos con todas nuestras ideas y en unas cuantas horas de plática y acción, nuestro pequeño "negocio" comenzó a nacer. En la mañana hicimos una lista de ingredientes y comparamos precios. Luego fuimos a comprarlos y regresamos a hacer las galletas. Mati y Pao midieron los ingredientes siguiendo la receta y los mezclaron. Después Mario estuvo trabajando en un logotipo y yo, en un folleto informativo. Los niños hicieron llamadas para ofrecer las galletas y "concretaron" dos ventas. Mario tuvo una plática con ellos para explicarles las bases de "economía". Les explicó de una forma gráfica cómo es que su dinero se iba a multiplicar con cada venta y cómo tienen que re-invertir un porcentaje, y ahorrar otro. Les dio una idea de que el proceso será un poco largo hasta que logren reunir la cantidad de dinero necesaria para cubrir el costo total de los juguetes que quieren.
Los niños han estado entusiasmados con su trabajo, y estoy impresionada con la cantidad de habilidades que están desarrollando en unos cuantos días, teniendo en mente un solo objetivo. Ya que representa un valor significativo para mí, hice una lista detallada de esas habilidades para poder compartirla:

Habilidades sociales - hablar por teléfono y en persona, ir al banco
Trabajo en equipo - Cada quien tiene una función y necesitamos respetarnos y complementarnos, seguir instrucciones precisas y no hacer lo que cada quien quiere, hacer sinergia con los demás, compartir utilidades.
Matemáticas - saber cuánto tenemos que producir, cuánto hemos vendido, cuánto hemos ganado, cuánto nos falta, números, unidades, decenas, centenas, valor monetario, sumar, restar, multiplicar, dar cambio, fracciones, medidas. (¡por fin les encontré una buena aplicación a las famosas regletas de matemáticas!)  
Lectura y escritura - registrar datos, leer y escribir correos electrónicos, escribir la receta en su cuaderno, práctica de caligrafía y mecanografía.
Computación - saber manejar el correo electrónico, el programa de cuentas, saber para qué sirve la calculadora y saber usarla.
Motricidad fina - medir ingredientes y vaciarlos con cuidado, romper huevos, recortar los folletos por la línea, doblar las cajas por la línea y armarlas, poner las galletas en la caja cuidadosamente.
Alerta y atención - Ejercitar su memoria al tener que recordar nombres de personas, eventos, lugares, ingredientes y pasos a seguir en la receta.
Autodisciplina - Al vencer su flojera del momento y enfocarse en una meta mayor, y ser perseverantes para alcanzarla. Establecer sus prioridades para el día y cumplir con su deber antes de buscar jugar o divertirse. Vivir bajo el principio “primero los deberes y luego los placeres”




Estas habilidades se han practicado dentro de un contexto real, no artificial. Por lo tanto, los niños han estado gustosos de realizarlas y el aprendizaje ha sido completamente significativo, ya que están viendo su aplicación inmediata en la vida real. A través de este proyecto me he sentido un poco ridícula cuando estoy preocupada buscando actividades “educativas” para los niños y muchas veces cayendo en afán y estrés por ello. Una sola actividad real dentro del mundo real nos ha brindado las oportunidades de aprender muchas más habilidades de las que podría abarcar planeando situaciones artificiales o llenando libros de texto. Siento como que el día no nos alcanza para hacer todo lo que tenemos que hacer y para aprender todo lo necesario para hacerlo.

Por otro lado, el miércoles pasado, mi hijo Mateo recibió una invitación para compartir su receta de las galletas de avena en una entrevista del periódico Mural. Tengo una amiga muy querida que trabaja allí y cuando se enteró de que estábamos haciendo galletas para vender, me llamó para hacerme la invitación. Fue una experiencia muy grata y muy interesante. Nunca sabemos qué alcances pueda tener nuestra diligencia y productividad. Cuando estamos ocupados en lo que debemos hacer, puertas de oportunidades se abren aun cuando ni siquiera las estemos buscando.

Sólo ha pasado una semana desde que comenzamos con este proyecto y ya siento que tenemos toda una historia detrás de nosotros y muchísimo aprendizaje. Sólo puedo concluir que el trabajo es bueno; nos ayuda a crecer, a madurar, nos dignifica, nos llena de satisfacción y de muchos deseos de continuar hacia adelante. No privemos a nuestros hijos de sus grandes beneficios.
La nota salió hoy, viernes 29 de abril de 2011, en la sección “Cocinero en casa”, de Buena Mesa, del periódico Mural

7 comentarios:

  1. Awww, que padre, Priss!!!! Ese periódico y esos juguetes que tendrán son solo una pequeña prueba de toda la remuneración que tendrán, pero mucho más grande y valiosa será la que se está formando en ellos a largo plazo. Los amo mucho!

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  2. Pris felicidades! relmente estamos aprendiendo mucho de sus actividades. que Dios les siga dando sabiduría, y puedan compartir con nosostros los queremos mucho! Tania Alcaraz

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  3. Ay qué bonito, loca!! Me encanta. Son una inspiración muy grande para todos los que los rodeamos. Los amo demasiado y me fascinan mis niños bellos!!

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  4. Que padre hija!! Me enorgullece mucho esto y todo lo que están logrando y formando en mis amados nenitos!!
    Los amo!!

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  5. Comparto esa inspiración. HAce un mes, mis hijos pagaron con sutrabajo su primer exámen de Tae Kwon Do, ya que les explicamos que papá no podría comprar el equipo y también pagar el exámen. Pero ese hábito lo formamos en ellos hace años, cuando también trabajaron para comprar juguetes (transformers). Entonces vendían chocolates, hoy cortan pasto y lavan autos, espero que las opciones se sigan diversificando.

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  6. ¡Felicidades! Hija, me da mucho gusto que puedan comprobar como familia, la realidad de formar a nuestros hijos para la vida en el proceso cotidiano de la misma vida. Y en especial en el Siglo 21 usando la tecnología actual. No deja de impresionarme que mis bodoques tan pequeños puedan estar dearrollando esas habilidades y venciendo retos en un ambiente tan antural para ellos.

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  7. Que aprendizaje tan grande.... y no solo lo digo de tus hijos. sino yo como mama, me he esforzado por enseñarles a mis hijos hasta memorizar los textos.Y en readidad solo dejan buenas notas. porque los verdaderos conocimientos son de experiencias como esas.Que ademas esas si son de por vida..... y ademas espero comer pronto esas galletas, Cintia Gonzalez

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