julio 17, 2010

El afán de las mamás

Las mamás somos afanosas. En el diccionario se describe afán como solicitud, empeño, pretensión, deseo, anhelo vehemente, prisa, diligencia, premura. Me recuerda a mi abuela, a mi mamá y ¡a mí misma!  Yo tuve una mamá afanosa y ella tuvo una mamá afanosa, quien a su vez, también tuvo una mamá afanosa.

Es como si alguien nos estuviera empujando por detrás, y jamás se detiene. Los movimientos son rápidos, con urgencia. Como si siempre tuviéramos prisa por lograr algo. Antes de casarme, cuando todavía vivía con mis papás, me fascinaba levantarme de la cama los sábados y los domingos, prepararme un café e irme a trabajar en mi computadora un rato, para después, regresar a dormir a mi cama - que había dejado destendida, obviamente.
  Mi mamá se molestaba porque no tendíamos las camas antes de ponernos a hacer algo. Dentro de mí, yo pensaba: "Cuando me case y sea mamá, voy a dejar que cada quien tienda o destienda su cama a su antojo"  Ahora que estoy casada y que soy mamá, ¿pueden adivinar qué es de lo que más me molesta? ¡Exacto! Que las camas no estén tendidas antes de comenzar a hacer algo. 

¿Por qué somos afanosas las mamás? ¡Cuando yo era soltera no era afanosa! Cuando por fin tuve en mis manos la responsabilidad completa de un marido y de una casa, así, de repente, algo se activó en mí y me volví alerta, responsable, diligente… ¿dónde estaban escondidas esas cualidades?  Supongo que todas las mamás somos buenas organizadoras, como parte de nuestro equipamiento de fábrica. Estamos encargadas de tanta responsabilidad, que necesitamos la habilidad de ver a futuro y de ir anticipando los pasos previos para lograr cada meta a tiempo: si queremos comer mañana, tengo que descongelar el pollo desde hoy para que mañana en la mañana, cuando los niños estén ocupados en sus actividades, yo pueda ponerlo en la olla el tiempo suficiente, para que a la hora de la comida, esté listo.

Muchas veces mi esposo me reclama: "¿Por qué no te estás tranquila hoy y descansas? ¡Mañana será otro día!"  …ustedes conocen la respuesta...


Las mamás somos tan capaces, que podemos con el marido, los hijos y la casa, además de uno que otro proyecto personal por allí. Algunas, incluso, llevan todo eso en hombros, más la responsabilidad de proveer el sustento a su hogar. Sin embargo, hay cosas que tienen la capacidad de fascinarnos  y de distraer nuestra atención de lo que es prioritario.

Ser mamá no es fácil. Es una tarea ardua que no tiene días de descanso ni vacaciones. Puede ser tan absorbente que llegamos a sentirnos como atadas con un grillete, sin poder hacer lo que nosotras queremos, sino sólo lo que debemos.  Por lo tanto, la tentación de escabullirnos en actividades menos demandantes o más placenteras, es muy grande.  Yo, por ejemplo, muchas veces hago los quehaceres de la casa mientras que mis niños andan por allí vagando y *trifulcándose*, para que cuando sea su hora de dormir, yo ya quede libre para hacer lo que me gusta. En realidad, mis motivaciones son egoístas. Pienso en *mi* tiempo libre, en vez de pensar en los niños y en cómo podría invertirme un poco más en ellos.  O a veces, tengo la intensa tentación de ponerlos a ver un video mientras que yo escribo o leo un poco, en vez de dejar mi computadora o mi libro atrás, ir por un rompecabezas y pasar un rato muy productivo con ellos. Hay muchas actividades que pueden distraer nuestra atención de lo verdaderamente prioritario: La limpieza de la casa, leer, buscar y preparar material para la educación de los niños, hacer negocios y ganar dinero, platicar con amigas, estar en la computadora, involucrarse en ministerios, trabajo social, y muchas, muchas más.

No estoy diciendo que sólo debemos dedicarnos a los niños al cien por ciento y olvidarnos por completo de aquellas actividades; o que por estar con los niños, la casa esté toda tirada, o que nunca dediquemos un tiempo a abastecernos de información y material nuevo, o que jamás busquemos amigas para platicar, o que no nos involucremos en algún ministerio o labor social, o que no hagamos algo productivo que nos genere ganancias. Pero sí estoy hablando de la actitud que hace que todas esas actividades desvíen nuestra atención de lo verdaderamente prioritario.  Muchas veces, estas actividades  son un pretexto para escabullirnos de lo que tenemos que hacer.  Es mucho más fácil y más placentero dar la espalda a los niños y dedicarnos a hacer algo fascinante, en vez de enfrentar nuestra realidad y hacer lo que debemos. Y aunque sí estamos con ellos, nuestra mente está llena de ideas, pendientes y afanes que nublan nuestra vista y restan eficiencia a nuestra labor como mamás.

Cuando soy verdaderamente sincera conmigo misma, llego a la conclusión de que muchas cosas de las que hago tienen que hacerse a un lado, y otras sí deben hacerse, pero en momentos poco cómodos.  A veces me encuentro recogiendo la cocina a las diez de la noche, pero con un profundo sentimiento de satisfacción por haber pasado un tiempo muy productivo con mis hijos. No pude dedicarme a la cocina en ese tiempo, pero no dejo de hacerlo: lo hago en un momento poco cómodo, para no restarles tiempo importante a ellos.


Ayer escuché una frase que me conmovió mucho: "la mujer es socia del Creador en la creación" ¡Qué responsabilidad tan grande tenemos en nuestras manos! ¡Somos el canal que el Creador utiliza para llevar a cabo su creación! No podemos dejar que nuestra mente se desvíe en actividades temporalmente placenteras. Tenemos una misión específica: criar a nuestros hijos por tiempo limitado, y estamos llenas de habilidades y capacidades para invertirnos al máximo en ellos durante ese tiempo. Cuando mucho, los tendremos unos veinticinco años con nosotras, y después, todo quedará en portarretratos en nuestra sala. Entonces sí, tendremos mucho tiempo libre para hacer todo lo que no hicimos ahora. No olvidemos nuestra sociedad con el Ceador. Que no volteemos para atrás y nos lamentemos de todas esas horas invertidas en barrer y trapear o en conversaciones vanas, cuando pudieron haberse invertido en escuchar a nuestros hijos con tranquilidad, en reír con ellos, en conocerlos más, en fortalecer nuestra relación con ellos un poco más.

Cuando me siento cansada y sin energías para continuar, me ayuda mucho el pensar que esta etapa es temporal. Es un motivador positivo y negativo a la vez: por un lado, me hace sentir tranquila de que todo este caos pasará y no será eterno, así que encuentro las fuerzas que necesito; y por el otro lado, me hace consciente de que todo lo maravilloso también quedará en el pasado, así que encuentro la motivación suficiente para aprovechar cada minuto al máximo.


No es fácil. De hecho, es muy difícil. Todos los días hay que luchar con nuestras propias inclinaciones y con la intensa tentación de *ocupar* a los niños en algo para poder estar libres para hacer lo que nos produce placer. Pero finalmente, de eso se trata llegar a la madurez: de dominar nuestros propios impulsos y someterlos a las verdaderas prioridades de esta etapa de nuestra vida. Por ahora, quiero que mi afán como mamá sea el organizarme cada vez mejor para tener más tiempo libre para amar a mi marido e invertirme en mis hijos.

7 comentarios:

  1. Qué padre hija que puedes ver las cosas tan claras en nuestro mundo y diseño de mamás!!
    Me encanta cómo lo pudiste concretar tan claro y ameno...como siempre describes las cosas.
    Te amo!!

    ResponderEliminar
  2. Tienes toda la razón, me gustó el término "trifulcándose" jajaja. A veces me encuentro pegada en la computadora principalmente buscando materiales mientras que podría invertir ese tiempo en realmente estar con los niños haciendo algo productivo. Y definitivamente hipnotizarlos un rato con la tele o la computadora es una de mis más grandes tentaciones a vencer.

    ResponderEliminar
  3. Gracias, mamá! Te quiero!
    Y sí, Adriana, la tecnología es maravillosamente adictiva y tentadora!! Pero no te preocupes, amiga, somos compañeras en las mismas luchas. ¡Ánimo!

    ResponderEliminar
  4. Hola Pris, que bien que tienes la habilidad para plasmar tus ideas en un blog tan bonito, y sobre todo con el fin de ser bendición al lector... pues en fin todo lo que hacemos debe ser dirigido a eso no? Me pareció muy interesante y tambien super importante lo que dices, es necesario ver esto como una etapa , algo pasajero, tambien es lo que me alienta en ese tiempo en que grito "QUIERO TIEMPO PARA MI" y aveces le digo a mi hijo.. "ES EL TURNO DE MAMA" jajja y si , estoy en esa lucha constante, pero con mi mente enfocada en que soy el medio por el cual Dios esta trabajando en el corazoncito de mis hijos..si , estoy super de acuerdo con todo lo que dices, ahora he aprendido a utilizar las madrugadas para algunas cosas "mías" no se como leer un libro, leer la Palabra de Dios, platicar con mi esposo, orar, hacer alguna manualidad o simplemente revisar mi correo y poner al tanto el ministerio que Dios nos encargó.. gracias por compartir conmigo tu vida, es hermoso poder estar "hombro con hombro" en esto no? Besos y un abrazo fuerte, Dios te siga dando sabiduria para guiar a tus hijos, saludos a tu familia!

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias, Pao! Igualmente para ti. Y qué padre que podamos estar en contacto, y como dices: hombro a hombro en esta ardua labor. Recibe un abrazo!

    ResponderEliminar
  6. Es muy cierto! A ratos nos dan ganas de buscar un lugarcito dénde escondernos de las miradas de los chicos, para, por lo menos ¡entrar sola al baño! JAJAJA. Todavía Emilio me pide entrar conmigo. Hace tiempo que entendí que el mejor tiempo para mí es compartir la vida con mis hijos, lo que ha veces me falla es hacerlo de manera organizada pra sacar el mejor fruto.
    Pero lo que sí anhelo encontrar es el tiempo para estar a solas con mi amor, mi esposo. ¡mis hijos lo acaparan mucho! Como varones, los dos mayores estan deseosos de aprender todo el tiempo de papá, y de compartir con él lo que aprenden. Además, ya se duermen muy tarde, así que para cuando tengo tiempo de estar con MArio, estoy agotada o definitivamente dormida. Espero pronot tener la posibilidad de alguna vez pedir que alguien los cuide un ratito para tener tiempo con él, por que en este aspecto si encuentro que hay ocasiones en que necesitamos hablar, sin los chicos.
    Todo tendrá su tiempo. Mi esperanza es que se que en algunos añitos, Manuely Rod podrán hacerse cargo de Emilio. Espero que pase pronto ese tiempo.

    Priss. Muchas gracias por abrirnos la oporunidad de compartir experiencias, por compartir tu vida de una manera tan enriquecedora. Te has vuelto, con tanta intimidad, una amoga entrañable.

    Con cariño

    Rocío Jaloma

    ResponderEliminar
  7. Qué linda, Rocío! La verdad es que estoy disfrutando mucho de esta era en la que tenemos la tecnología para estar cerca aun cuando estemos tan lejos! Y qué bueno que la usemos para animarnos y enriquecernos mutuamente. Me encanta saber de otras mamás que están atravesando por lo mismo que yo. Es muy alentador. Y sí! Esperemos que lleguen los tiempos en los que volvamos a disfrutar de segundas y terceras lunas de miel. Pronto, pronto... ya lo verás!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...