julio 07, 2010

Tía por primera vez

Esta madrugada, Victoria llegó al mundo. Es la primogénita de mi hermana menor, y es mi primera sobrina. Estos días han estado cargados de emociones intensas. Por un lado tengo muchísima felicidad por su llegada, pero por el otro, ¡me siento muy triste e impotente de no poder estar cerca y abrazarla! He anhelado tanto que así como el genio que inventó el internet revolucionó la historia de la humanidad y la vida de cada uno de nosotros, pronto llegue otro genio aun más genial que logre transportarnos a cualquier lugar del mundo a través del internet: ¡sin necesidad de involucrar la economía para nada!

Pero mientras que eso sucede, (si es que algún día sucediera), sí me he sentido infinitamente agradecida con el genio número uno que inventó el internet. He podido estar al tanto, en tiempo real, de todo lo que está sucediendo por allá. No puedo imaginarme a mí misma viviendo hace tres siglos: sin energía eléctrica, sin refrigerador, sin comunicaciones... bueno, pero ése es otro tema... 

Yo nunca había experimentado la sensación de ser tía, y ¡es maravilloso! Al ver a mi Victoria tan pequeñita y rosita y hermosa, siento como si fuera mi propia hija. Es una sensación muy extraña. Siento como que es tan *mía* como cualquiera de mis hijos, pero a la vez, siento que de ella sólo me toca la parte placentera de disfrutarla, sin tener que lidiar con el lado de la disciplina  ni el dolor. "¿Por qué me siento tan feliz, si no es mi hija?" - me he estado preguntando continuamente. Y entonces estoy siendo consciente de cuánto amo a mis hermanas. Mi mamá y mis hermanas son mis mejores amigas. Con ellas siento la libertad de hablar acerca de cualquier asunto o tema y sé que siempre contaré con su apoyo incondicional. Ellas conocen mi corazón y tengo toda la confianza de abrirlo totalmente. Son mis compañeras y juntas compartimos y disfrutamos la vida momento a momento. La relación tan cercana y estrecha con mi familia y la comunicación tan abierta con ellos, es algo que yo jamás cambiaría por nada.

Cuando éramos adolescentes las cosas no eran igual. Teníamos pleitos de raíz unas con otras, además de que cada una tenía sus propios amigos y exigíamos nuestra libertad y privacidad. En el momento más oportuno, mis papás decidieron sacarnos de la escuela y proveernos de todos los recursos necesarios para que estudiáramos en casa. Al principio fue muy difícil. Éramos rebeldes y había conflictos todo el tiempo. No estábamos acostumbradas a convivir tanto tiempo bajo el mismo techo - éramos unas completas desconocidas. Con el tiempo, con la convivencia diaria y con la disposición de nuestros corazones para pedir perdón y perdonar, se convirtieron en mis mejores amigas.  Ahora que soy mamá y que atravieso por el mismo sendero, cada vez admiro más a mis papás por haber tomado una decisión tan difícil. Ellos fueron pioneros en su tiempo y a pesar de duras críticas y de tener todo en su contra - incluso a nosotras mismas, ellos se mantuvieron firmes, amorosos, y congruentes con sus convicciones. Yo anhelo que mis hijos disfruten de la misma dulzura en la relación con sus hermanos. Seguiré esforzándome día a día por hacer que convivan y se amen y se conviertan en los mejores amigos.

Por siempre estaré profundamente agradecida con ustedes, papá y mamá, pues me dieron el regalo más grande: a mis mejores amigas. ¡Las amo, niñas!


3 comentarios:

  1. Qué bonito testimonio, mi vida!!
    Dios ha sido tan bueno con nosotros y nos ha bendecido muchísimo como jamás imaginé en mi vida.
    Cuando era joven, juré que "no iba a tener hijos", imagínate! que bueno que Dios no consideró mi errada palabra. Y héme aquí, con tres hermosas hijas y 4 divinos nietos!! De todo lo que me hubiera perdido!!
    Y que si te entiendo en cuanto al amor que ahora experimentas como tía... ya tendrás nietos!!! Es amor de otro MUNDO!!!

    ResponderEliminar
  2. Priss, me uno a tí en cuanto a lo maravilloso que es tener sobrinos. Es un amor diferente y especial, como especial es la manera en que amamos a cada uno de nuestros hijos.

    Gina, me uno a tu celebración por esta primera nieta. Las quiero mucho.

    ResponderEliminar
  3. Ay sí, la verdad que sí. En estos últimos días no he dejado de agradecerle a Dios por la vida de mi bebé. Pero en general me siento agradecida por todo lo que ha permitido que pase en mi vida. Mi matrimonio, mi familia. Tantas cosas que pasamos juntas y que ahora nos permite extendernos y tener nuestros propios núcleos familiares. Es increíble. Las amo mucho, siempre serán parte de mi, y también quiero enseñar a mis niños a amarse y a disfrutarse.
    Así se siente ser tía. Los sobrinos son una extensión de tu hermana, por eso puedes amarlos en el instante en que los conoces. Aún viéndolos sólo en fotografía.
    Pero pronto podremos vernos y podré abrazar a Caleb y tú podrás abrazar a Victoria.
    Te quiero poris!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...