junio 19, 2010

Fólder de dinosaurios

Las últimas dos o tres veces que hemos hecho actividades, Mati me pide que él quiere trabajar en un fólder, pero de dinosaurios. Me ha dicho que quiere que hagamos uno, y aunque tengo allí varios fólders pendientes por hacer, nunca llego al momento de hacerlos. Hoy, a la hora de la siesta volvió a recordarme que quería un fólder de dinosaurios y con su carita entusiasta, me dijo: "mamá, hagamos nuestro fólder ahora" No podía negarme ante tal propuesta, aunque por dentro realmente me rehusaba a hacerlo... tan perfeccionista como soy, para mí es todo un ritual la creación de un nuevo fólder. Primero tengo que concebir bien la idea, determinar los objetivos específicos de la actividad, planearlo, buscar recursos en internet, imprimir, sacar el material, hacerlo con todo esmero, y finalmente presentarlo a los niños con cero errores.

Pensé que tal vez este fólder sería mucho más apreciado por Mati, ya que sería su propia creación. Decidí hacer a un lado mis prejuicios y paradigmas y nos pusimos a buscar en internet los patrones que le gustarían para su fólder. Escogió unos y luego decidimos el tipo de actividad que haría - relacionar la palabra escrita con el color del dinosaurio. Luego le enviamos a papá los links para que nos los imprimiera. Fuimos a imprimirlos, y con las hojas en la mano, Mati casi no cabía de emoción... "Mamá, yo los voy a dibujar y tú los recortas" Yo todavía me sentía un poco insegura de que lo fuera a hacer bien... "mmm... está bien, Mati, sólo trata de hacerlo lo mejor que puedas, para que nos quede muy bonito nuestro fólder y nos den ganas de usarlo muchas veces". Estuvo trabajando un buen rato en eso mientras que yo hacía la comida. Cuando finalmente terminó, vino a enseñármelo: "¡Mira, mamá, lo terminé todo!" Realmente me sorprendió ver a esos dinosaurios coloreados con tanta perfección. De hecho, no me acuerdo de haber visto que Mati hubiera coloreado algo sin salirse de la línea y tan rellenadito.
Le ayudé a recortarlos y él los pegó en el fólder. Luego les pusimos plástico autoadhesivo encima para protegerlos y escribí las palabras de los colores en los huevos - que se tienen que relacionar con cada dinosaurio. También los plastificamos, y en cuanto los tuvo en sus manos, dijo: "mamá, yo sé leer muy bien, así que yo voy a poner cada uno en su lugar" y como si toda la vida hubiera sabido leer, leyó cada palabra y las fue acomodando en su lugar. Es difícil motivarlo con la lectura, pero ahora estaba fascinado leyendo y acomodando.
...de cuántas cosas me puedo perder por querer hacer todo "a mi manera". 

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