Sobre de favoritos

El otro día yo estaba muy emocionada enseñándole a Mateo un nuevo libro de ejercicios para practicar la escritura, y después de toda mi explicación de lo emocionante que sería comenzar a trabajar con este nuevo libro, me dice Mati con toda propiedad: "Mamá, esque ahorita no estoy muy interesado en todo eso de la escritura." - No supe si reír o llorar. Después estuve pensando que es bueno que él y yo podamos tener este tipo de comunicación y que abiertamente pueda expresar lo que piensa y lo que quiere... o no quiere.


Decidí dejar la escritura a un lado por un tiempo y enfocarme en otras áreas que en este momento sí le están interesando mucho, como por ejemplo, leer libros juntos. Hemos estado leyendo mucho sobre dinosaurios, y muchas historias. Hace unos días me puse a buscar algunas ideas para motivarlo más con la lectura. Prácticamente él ya sabe leer. Reconoce todas las letras y entiende la lógica de que juntas crean sonidos, pero todavía necesita mucha ayuda para concentrarse juntar todos los sonidos que identificó para saber qué dice la palabra completa. Además, no siempre está muy dispuesto a practicar. 

Se me ocurrió hacer un sobre que decorara él mismo y que poco a poco vayamos llenando con sus palabras favoritas. Los dos comenzaron a hacer la actividad y estaban muy contentos de decorar cada quien su sobre. Cuando terminaron, de decorar, Pao, que apenas está comenzando a conocer las vocales, pegó calcomanías de algunos animales en una hoja, y yo le ayudé a dibujar una letra A de animales.
Después de explicarle a Mati lo que haría él, vino la decepción. Él quería ese sobre para "decorar la casa" y no para hacer cosas productivas. Después de un poco de tensión, logré persuadirlo y aceptó leer una de las palabras que yo había preparado para él. Decía "dinosaurios". Se tardó un poco en leerla, pero cuando finalmente descubrió lo que decía, la tomó y la metió en su sobre y dijo: "está bien, ésta es la única palabra que guardaré, porque es mi única palabra favorita" Con calma, le sugerí que leyera otra palabra. Con renuencia, comenzó a leer: "A - bue - los" Entre dientes y tratando de no dar su brazo a torcer, dijo: "ésta también es una de mis palabras favoritas" y la metió en su sobre. Luego, él mismo pensó que podría hacer un dibujo de algo que le gusta mucho y meterlo en el sobre también.
Ya con otra actitud y mucha emoción, hizo un dibujo y me explicó que era un "gigantosaurio", así que escribimos esa palabra detrás del dibujo, y se quedó muy contento con su sobre de palabras favoritas.
Espero seguir trabajando con estos sobres y proveer un poco de motivación para la lectura.